Etiquetado ‘ 2002 ’

Nuestra señora de los golpes, de Federico Vegas

17/ 08/ 2013 | por

Es que todo lo que tiene que ver con perros y con pelambre es tan difícil. ¿Usted tiene un cachorro? Seguro que lo baña con jabón Las Llaves, o shampoo de bebé. Pues ¿quiere saber una cosa? ¡No lo haga más! Le está haciendo un daño irreparable al perrito. No hay que usar jabón sino
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El cuarto y la culpa, de Jesús Nieves Montero

25/ 06/ 2013 | por

¿Dónde estaba cuando pasó lo que pasó? ¿Hablándome al espejo solo? Fito Paéz, Cadáver exquisito 10—9 (Ricky) Bueno, Ricky, te dejo porque éste es fácil. Lo trabajamos un poco al principio, lo ablandamos y después lo rematamos, ¿ok? Tú tranquilo, déjalo que se desespere y vamos viendo, ¿ok? ¿Me estás prestando atención? ¿Todo bien? ¡Pero
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Cuentos completos de Denzil Romero, por Krina Ber

11/ 06/ 2013 | por

No  puedo  pretender  hablar de este libro de cuentos como si fuera una experta en narrativa,  ni enfocar el texto desde el punto de vista de quien hubiera conocido a Denzil Romero en vida o  fuera una verdadera conocedora de su obra. Sólo puedo hacerlo desde la admiración con mucha cautela, y con toda la
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La vida a coñazos, por Roberto Echeto

06/ 05/ 2013 | por

El round del olvido es un libro perfecto para llevarlo a la playa y leerlo mientras permanecemos acostados en una tumbona a la sombra de una palmera con una cervecita en la mano. Su estilo es ágil, las anécdotas que cuenta te atrapan, las reflexiones que trae no es que cambiarán tu vida pero igual
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Con las luces altas, de Oscar Marcano

17/ 03/ 2013 | por

You, weak people. You, beatiful weak people who give up with such grace… Tennessee Williams, Cat on a hot tin roof El jefe salió hecho una furia. Fue tan airada la discusión que ni siquiera alcanzó a dar un portazo. Reinaldo bajó la cabeza. Puso los codos en el escritorio y apoyó la frente sobre
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¿Dónde estás Ana Klein?, de Ana Teresa Torres

08/ 03/ 2013 | por

Ana Klein estaba sentada en su consultorio escuchando al joven de las 5.40 pm. Miró el reloj disimuladamente, nunca se sabe en qué momento la persona pudiera voltearse y sorprender al terapeuta en la impaciente situación de ver la hora. Sus sesiones tenían una duración establecida en 45 minutos y todavía faltaban unos veinte, se
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