Buscar

‎ Cuentos
‎ Cuentos

Todos los cuentos publicados

‎ Novelas
‎ Novelas

Capítulos de novelas disponibles

‎ Sobre el oficio
‎ Sobre el oficio

Ensayos, entrevistas y artículos sobre el arte de narrar

El delirio como forma de escritura

  • Compartir:

La lluvia que me habita se presenta como una irrupción, un estallido verbal nacido de la urgencia de un cuerpo atravesado por las vicisitudes de la vida.

Este carácter delirante le confiere un tono visionario. La fragmentación, la irrupción de imágenes caóticas, la intensidad de las metáforas remiten a un estado alterado de conciencia en el que el sujeto poético se disuelve en la tormenta, se transforma en grieta, en máscara, en relámpago.

El trasfondo vital es determinante: el autor atravesó una enfermedad que lo llevó al borde de una operación extremadamente delicada. Milagrosamente, sobrevino la sanación. Ese “sobrevivir” es la matriz que estructura el libro. Cada poema oscila entre el peso de la amenaza (la tormenta, el temblor, la grieta) y el vislumbre de la salvación (el amanecer, el brote, la lluvia que germina). La poesía funciona como alquimia: transforma el dolor en materia verbal, el desgarro en canto.

Podría leerse el texto en clave junguiana como un tránsito de la nigredo a la albedo: de la oscuridad más densa a la purificación de la luz. La enfermedad es la materia prima de la alquimia, y el poema es el crisol donde se opera la transfiguración.

Uno de los motivos más potentes es la grieta, símbolo del terremoto íntimo y colectivo, que en el libro se convierte en metáfora del cuerpo quebrado y de la memoria fracturada. Otro es la lluvia, entendida como emanación interior: “la lluvia que me habita” es la savia, el pulso secreto que permite al sujeto seguir en pie.

La estructura tripartita del libro —tormenta, pausa, renacer— traza un arco narrativo que es también espiritual. La primera parte condensa el desgarro, la segunda recoge la alquimia del tránsito y la tercera abre al renacimiento. Se trata de una respiración profunda que acompasa el camino del autor. El delirio inicial se modula hacia una claridad final, donde el poema es ofrenda.

La lluvia que me habita es un libro escrito desde la urgencia y, por ello, posee la fuerza de lo necesario. Es un testimonio poético de supervivencia alcanzando una dimensión universal. La fragilidad humana, la experiencia del límite, la posibilidad de renacer desde la palabra son temas que lo enlazan con una tradición literaria mayor (Vallejo, Pizarnik, Rilke) al tiempo que configuran una voz singular, desgarrada y luminosa.

El volumen está acompañado de siete imágenes del gran fotógrafo venezolano Antonio Cipollone.

Celebro junto a ustedes la vida de Johnny Gavlovski, así como también su escritura. Este es sin dudas, el libro de su madurez poética.

 

Reseña de La lluvia que me habita, de Johnny Gavlovski (Editorial LP5 Editora, 2025)

 

5/5 - (1 voto)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.