La mordedura tajante, de Ricardo Cie

La mordedura tajante (Dospájaros Ediciones, 2025) es un conjunto de historias que conforman una obra sólida, cargada de imágenes poderosas, rebosante de imaginación al tiempo que plagada de verdad. El tránsito por este libro de cuentos de Ricardo Cie es una auténtica gozada.

Se podría decir que estos relatos aquí reunidos tienen una dosis autobiográfica importante, parten de un sustrato de realidad, aunque las experiencias vitales se nos muestran filtradas por la ficción, el humor, a veces incluso por la fantasía, la exageración o lo caricaturesco. El autor acude ciertamente a esa materia formidable que constituye la memoria, pero a la hora de abordarla y reconstruirla se da la licencia para ampliarla o distorsionarla, para hacer mucho foco en algunos aspectos como quien los somete a la óptica de un lente macro o un gran angular, y en el camino por estas páginas nos hace conscientes de que recordar es inventar, que la imaginación es el único recurso para contar lo poco que recordamos y también para poder lidiar con lo mucho que hemos olvidado.

Es La mordedura tajante un libro donde nos vamos a reír, pero también nos vamos a angustiar, a veces nos vamos a agobiar, aunque en otras ocasiones nos tocará enamorarnos, emocionarnos y conmovernos. Y a veces nos van a invadir varias de estas sensaciones sucediéndose las unas a las otras en muy corto tiempo o incluso detonando en simultáneo.

Ricardo Cié tiene la maestría para tenderte una trampa signada por la siempre compleja simpleza: sientes que es un amigo al que le tienes confianza el que te está echando un cuento, y ahí, cuando te confías y te dejas llevar por la sabrosura de su prosa, te da de pronto una vuelta de tuerca insospechada, un viraje que nunca viste venir y te retuerce el destino de la trama hasta dejarte fascinado o hecho polvo. O puede que ambas cosas a la vez.

En este libro nos vamos a encontrar con el primer amor de la infancia, pero también con los primeros descubrimientos sobre la demoledora existencia de la muerte. Aquí nos vamos a topar con un espejo: con una niñez y una juventud que nos hacen recordar la propia. Y entonces, cuando nos reconocemos en ese niño o ese joven narrador que se nos vuelve tan cercano y familiar, suele haber un cambio de registro para contar algo terrible, doloroso, aunque filtrado por la belleza, puede que por el absurdo o hasta la risa. Nos vamos a encontrar de igual forma en estas páginas con Julio Cortázar, a veces con sus historias y temas recurrentes, otras con su presencia fantasmal que nos posee como un espíritu, y ahí vamos a dudar seriamente si la realidad es esa que percibimos con los sentidos al estar despiertos, o si es la onírica que se despliega detrás de los párpados con los sueños y las pesadillas.

Nos encontraremos así mismo en estas historias con una mirada tierna, intuitiva, íntima. Vivimos en tiempos donde parece haber una sobreexposición de sentimientos, toda una parafernalia para señalar públicamente lo sensibles que somos; pero la verdad es que nuestra auténtica naturaleza afectiva no la mostramos jamás. Es como si hubiéramos aprendido un código para hablar de los sentimientos y compartir ideas homogeneizadas y previamente masticadas sobre ellos, pero los verdaderos sentimientos no los mostramos jamás. Aquí Ricardo Cie en La mordedura tajante nos muestra con honestidad los suyos, y su franqueza indudablemente encuentra resonancia en los del lector.

Dicen que uno escribe el libro que le gustaría haber leído. De manera que uno ofrece entonces el mejor libro que es capaz de hacer buscando eso que le hubiera gustado recibir como lector. Ricardo Cie, con La mordedura tajante, ha asumido la difícil responsabilidad de escribir con libertad –la aún más difícil libertad– el libro que le hubiera gustado leer.

Reseña del libro La mordedura tajante (Dos Pájaros Gráfica & Editorial, 2025), de Ricardo Cie.