El jurado del Premio de la Crítica a la Novela del año 2012, organizado por Ficción Breve Venezolana, con el apoyo de la Sociedad de Amigos de la Cultura Urbana y la Librería Noctua, acaba de emitir su

veredicto

El cual ofrecemos a continuación:

Nosotros, Luis Barrera Linares, Laura Febres y Valmore Muñoz Arteaga, hemos leído, releído y revisado exhaustivamente la lista de las quince novelas participantes y, después de una fructífera, reflexiva y muy completa discusión, hemos llegado a las siguientes conclusiones:

1. Reducir la muestra recibida a las cinco novelas que pudieran ser consideradas finalistas. A tal efecto, hemos considerado múltiples factores referentes a forma, lenguaje, estilo, recursos retóricos, etc. En tal sentido, copiamos a continuación, por orden alfabético de sus títulos, la lista de los cinco libros que unánimemente hemos acordado dignos de esa pre-selección:

El requetemuerto (José Pulido)

Las mujeres de Houdini (Sonia Chocrón)

Liubliana (Eduardo Sánchez Rugeles)

Los incurables (Federico Vegas)

Massaua (Arnoldo Rosas)

2. Una vez que hemos releído esa submuestra y discutido suficientemente acerca de la misma, hemos llegado a la conclusión final de que, si bien cualquiera de ellas sería digna del Premio de la Crítica del año 2012, la novela que mejor representa esa posibilidad es:

Liubliana (de Eduardo Sánchéz Rugeles), editada por Bruguera

Basamos nuestra decisión final en que por encima de la historia que narra y de la contemporaneidad lingüística y formal que la caracteriza, es la novela que, a nuestro juicio, mejor representa las exigencias de la narrativa latinoamericana actual. A partir de un lenguaje y un estilo totalmente sintonizado con nuestra época, demuestra un manejo impecable para, sin truculencia, mostrar al lector el proceso de decadencia, fracaso y destino incierto de una generación.

Ambientada principalmente en tres escenarios precisos (Caracas-Madrid-Liubliana), y mediante una magnífica integración que asume rasgos de la narrativa policial, histórica, psicológica, política, romántica, erótica, humorística…, con la excusa de relatar el periplo de un matrimonio fracasado, la historia va mostrando el proceso de descomposición y decadencia de la ciudad, de sus habitantes y del ambiente psicológico y social en que se mueven varios de los personajes (ejemplo de ello: Atilio, Alejandro, Fedor, Silvia, la Nena Guerrero, Vivancos, Carla Valeria, Elena y –muy importante- Gabriel, el narrador y personaje más importante), muchos de ellos condenados inevitablemente a un exilio (a veces geográfico, a veces mental) que los convierte en autómatas manipulados por un destino incierto.

Narrada a partir de muy breves y contundentes capítulos, Liubliana resume buena parte de las estrategias y recursos narrativos utilizados en el resto de la muestra. Partiendo de su infancia y atravesando el periplo que va de la secundaria a la universidad y el posterior desarrollo profesional, Gabriel recorre de modo magistral la biografía de un conjunto de situaciones y dramas de los cuales ha sido simultáneamente testigo y protagonista. Fluida, impecable, intensa, humorística, fresca, dramática, son calificativos que pudieran servir para categorizar esta novela.

A los 13 días del mes de septiembre de 2013,

Luis Barrera Linares, Laura Febres y Valmore Muñoz Arteaga