La práctica de la crítica exige un amplio y riguroso criterio de lectura. Es, para decirlo con las imágenes del esoterismo, un oficio de taumaturgos que intenta asir en los signos de la obra las inquietudes, sueños y visiones del escritor y de la sociedad desde la cual crea sus mundos ficcionales. Por ello el crítico, al momento de someter a valoración una obra, debe tomar en cuenta los senderos trazados por la tradición, el presente azaroso desde el cual se hilvana la ficción y el futuro lector, que verá en los dictámenes de hoy parte de lo que será la futura tradición del mañana.

Sumado a estos horizontes, el crítico, en su labor de descripción, comprensión y valoración, debe otear en la obra elementos mínimos que, en el caso de la novela, constituyen criterios que aquí hemos primado al momento de enfrentarnos al corpus de obras concursantes del Premio de la Crítica a la Novela del año 2015: un uso creativo y renovador de la lengua que exija y ofrezca al lector variados niveles de comprensión por medio de intertextualidades y polifonías; una historia sólidamente construida con personajes que muestren profundidad y complejidad en el desarrollo de la trama y una ficcionalización estética del mundo, que haga de la narración algo más que un mero recuento de lo cotidiano. En esta oportunidad, hemos seleccionado a tres finalistas. Las obras seleccionadas son:

–Retrato de un caballero, de Miguel Gomes (Seix Barral): por el énfasis lúdico puesto en el manejo del lenguaje y el complejo y variado mundo intertextual que ofrece a los lectores. Esta obra, rica en parodias, referencias culturales y reflexiones sobre el acto de la escritura, expone un tríptico del desarrollo de la vida interior y sentimental del protagonista, en el cual la búsqueda de la felicidad pareciera ser el vínculo que logra unir la trama.

–Nube de polvo, de Krina Ber (Equinoccio): por mostrar una coherente estructura narrativa poblada de personajes convincentes, mediada por un lenguaje poético que apuesta por la sugerencia y por la temática del complejo de Electra, argumento poco presente en nuestra narrativa. La memoria en esta novela es expuesta como un ámbito ambiguo, irreal, como “nube de polvo” que nos recuerda que las cosas tal vez no sean lo que parezcan.

–Patria o muerte, de Alberto Barrera Tyszka (Tusquets): por constituir una eficaz historia que tipologiza a los sujetos del actual contexto venezolano y por hacer uso de variados registros discursivos, como el periodístico o el melodramático, entre otros, para ensayar nuevas formas del decir literario. Esta novela reivindica el carácter “especular” de la literatura en la cual una sociedad puede verse a sí misma en sus bellezas e imperfecciones.

Adicionalmente, destacamos las cualidades de las novelas Y recuerda que te espero, de Juan Carlos Méndez Guédez (Madera Fina), Ponzoña de paisaje, de José Pulido (Negro Sobre Blanco) y El circo, de Michaelle Ascencio (Alfa). Consideramos que son obras que tienen algo que decir al conjunto de nuestras letras.

El Jurado:

María del Pilar Puig
Luis Mora Ballesteros
Diego Rojas Ajmad