Destino, Leonardo Maicán
22/ 02/ 2013 | Categorías: CuentosSé que estás perdidamente enamorado de mí. Por eso, cuando la repostera pasó cerca de ti, fingiste una sonrisa dulce, una mirada tierna. Claro, la muy estúpida mordió el anzuelo, dejó a Fucho tirado sobre la mesa y regresó por ti. grité hasta el cansancio que no lo hiciera, pero ella, como siempre, no escuchó. Entiende, Toño, nunca me has gustado como galán. Eres, además de antipático y fastidioso, un grandísimo iluso. Sabes, al igual que yo, que la gente como nosotros está predestinada a un futuro incierto. Esta noche, después de que bailen y rían y apaguen las velitas, ¿qué nos esperará entonces?, ¿qué vida nos tocará en adelante? Seguramente la pareja de recién casados decida rifarnos entre las invitadas, y la afortunada ganadora decida, a su vez, guardarnos en una linda vitrina. Entonces estaremos juntos, tomados de la mano. Tú sonreirás siempre; yo, sólo cuando alguien nos mire.
Del libro: Duelo de ases (La liebre libre, 1995)
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